Tu lugar de trabajo es la mayor oportunidad para aprender

Al salir de la Universidad, tenemos un montón de conocimiento en la cabeza pero, en muchos casos,
pocas horas de haberlo puesto en práctica. Y comenzar a trabajar se nos presenta como una aventura en la que queremos embarcarnos pues creemos que todo eso que aprendimos va a ser nuestra tabla de salvación en ese nuevo mundo.

Pero las cosas no son del todo ciertas porque trabajar es algo que aprendemos cuando nos subimos al ruedo,
es una experiencia diaria que nos va trayendo alegrías y también sinsabores que debemos sortear para ir convirtiéndonos en mejores profesionales.

Es algo por lo que todos pasamos alguna vez y que, cuando miramos en retrospectiva, nos brinda muchas satisfacciones y aprendizajes que bien sabemos dónde y cuándo debemos aplicar. 

¿Qué podemos aprender en un trabajo?

Aprendemos a sortear las situaciones laborales. Claro, aunque en teoría sabemos cómo solucionar tal o cual suceso,
no es sino cuando la vivimos en carne y hueso que sabemos solucionarlo. Enfrentarse a momentos de incertidumbre, estrés y toma de decisiones, es la mejor manera de crear respuestas profesionales que nos harán más fuertes y asertivos.

Aprendemos a trabajar en equipo. Bueno, en la Universidad vivimos la experiencia de trabajar con compañeros y amigos,
pero en el trabajo es donde realmente sabemos cómo manejamos esta skill. El trabajo reúne personas diversas alrededor de un interés común y poder mediar entre distintos puntos de vista, opiniones y profesiones es la prueba más grande de compañerismo. 

Aprendemos el poder del ahora. En el trabajo casi nunca hay segundas oportunidades, y cuando debemos encarar un proyecto sabemos que es ahora o nunca. Trabajar a conciencia y con responsabilidad es la forma de lograr los objetivos y entender que lo que estamos haciendo hoy es la huella que estamos dejando en nuestro puesto de trabajo.

Aprendemos a delegar. Cuando vamos escalando posiciones en el ámbito laboral, necesitamos tener ojo crítico para reunir al mejor equipo que nos acompañe. Así mismo, aprendemos qué tareas delegar y a quiénes, porque sabemos que esa decisión impactará en el resultado del proyecto y claro está, en nuestra imagen ante la compañía.

Aprendemos a ser disciplinados. Cumplir con los horarios laborales y personales no es un juego de niños y por eso trabajar nos da esa carga de responsabilidad que necesitamos para crecer y madurar.

Aprendemos a estar actualizados. El mejor lugar para conocer las últimas tendencias en nuestra sector, así como para prepararnos profesionalmente es un trabajo. Las empresas necesitan mantenerse al día en los procesos y tendencias, y transmiten esos nuevos conocimientos a sus empleados. Aprovechar las oportunidades de capacitación laboral es una regla de oro que todos debemos tener en mente.

En conclusión, cada trabajo te brinda la ocasión de aprender ¡con sueldo pago! Abre bien los ojos y no dejes pasar el chance que este trabajo actual te está proporcionando. 

Referencias:

  1. ¿cómo continuar aprendiendo en tu lugar de trabajo?
  2. El aprendizaje en el puesto de trabajo: Métodos y experiencias formativas
  3. Cómo aprender de los errores en el área de trabajo | Indeed.com